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Un juez experto en "copia y pega"

Publicado por Gustavo Coronel

Como se sabe el diario El Universo de Guayaquil, sus directivos y uno de sus columnistas fue condenado por una decisión del juez Juan Paredes a pagarle al presidente Rafael Correa $40 millones, y los 4 individuos involucrados fueron sentenciados a 3 años de cárcel. Se comentó desde el principio que la sentencia de Paredes había sido escrita en horas, a pesar de constar de numerosas páginas. El 31 de julio de 2011 El Universo publicó unos hallazgos del jurista Joffre Campaña, en los cuales se ve como el juez Paredes es un vulgar artífice del “copia y pega”. El tipo simplemente extrajo párrafos enteros de sitios virtuales chilenos y argentinos para construír su sentencia.

La nota aparecida ayer en El Universo dice, en parte:

“Mientras revisaba la sentencia del juez Juan Paredes en contra de la Compañía Anónima EL UNIVERSO, sus directivos y el ex-editor de Opinión, el jurista Joffre Campaña detectó unos textos que, a su criterio, eran 'bastante elaborados'. Se referían, especialmente, a los conceptos sobre la injuria calumniosa, delito que el presidente Rafael Correa imputó a Emilio Palacio, Carlos, César y Nicolás Pérez”.

El jurista Campaña encontró párrafos enteros en la sentencia que provenían de material existente en la web. Por ejemplo:

Comparación del texto de la sentencia con sitios web, realizada por el jurista Joffre Campaña

De la sentencia del juez Juan Paredes (página 149):

“La injuria es un delito doloso y las diferentes formas del dolo son aptas para configurar este delito, el dolo consiste en que el agente tenga conciencia de que su conducta (palabra, acto, gesto) es idónea para ofender, no obstante de lo cual, igual actúa. Para que exista injuria es necesaria la existencia del 'animus injuriandi', es decir, la intención o ánimo de injuriar, de ofender, de deshonrar o desacreditar a la víctima. Basta que exista 'animus injuriandi' para que exista injuria”.

Del sitio www.todoiure.com.ar/monografias

“La injuria es un delito doloso y las diferentes formas del dolo son aptas para configurar este delito. El dolo consiste en que el agente tenga conciencia de que su conducta (palabra, acto, gesto) es idónea para ofender, no obstante de lo cual, igual actúa (...) Para que exista injuria es necesaria la existencia del 'animus injuriandi', es decir, la intención o ánimo de injuriar, de ofender, de deshonrar o desacreditar a la víctima. Basta que exista 'animus injuriandi' para que exista injuria, no requiriéndose la intención de causar un daño a la víctima...”

De la sentencia del juez Juan Paredes (página 150)

“El delito de injurias supone en la persona que lo ejecuta el conocimiento de que sus expresiones o acciones, en las circunstancias en que fue proferida por un medio de comunicación social, tenía un sentido agraviante para otra persona”.

Del sitio http://www.blogmejillones.cl/

“Delito de injuria

Este delito supone en la persona que lo ejecuta el conocimiento de que su expresión o acción, en las circunstancias en que fue proferida o realizada, tenía un sentido agraviante para otra persona; en otras palabras, presupone un 'animus injuriandi', concebido como una voluntad de causar daño al ofendido”.

¿Original el muchacho, no? Para muestra basta un botón. Esto es vergonzoso, sobre todo tratándose de la administración de justicia en un caso relacionado con la presidencia de la república y con la libertad de expresión.

La manera como este juez Paredes ha manejado este caso de El Universo es un escándalo, tan grave por su nivel de corrupción ejecutivo-judicial, como es el caso de la sentencia en contra de Chevron-Texaco. La reputación del sistema judicial ecuatoriano está por el suelo con este tipo de actuaciones. Y la mano de Rafael Correa, quien sigue los pasos del dictador venezolano Hugo Chávez, parece estar detrás de ambas decisiones.

Mordaza en Ecuador

Publicado por Cristina Lopez

Condenados. "Cuando advierta que para producir usted necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces usted podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada”. (Ayn Rand, 1950).

Fue esta la portada que saludó por la mañana a miles de lectores del periódico ecuatoriano El Universo el pasado 21 de julio de 2011. Por la opinión personal de uno de sus columnistas, Emilio Palacio, el diario El Universo fue condenado en un juicio por 40 millones de dólares, por parte del presidente Rafael Correa, quien dijo sentirse injuriado por la columna publicada.

La columna era un análisis de la crisis de gobierno del 30 de septiembre del pasado 2010, y no un reporte periodístico con vocación de informar. Con la injusta condena, se pasó sin más, por encima del medio que John Stuart Mill acuñara como “la esencia para el descubrimiento de la verdad”; la libertad de expresión que en El Salvador disfrutamos y a veces tomamos por sentado.

El papel de la libertad de expresión en una sociedad libre, va más allá de permitir a los ciudadanos expresar su opinión, sin temor a sufrir consecuencias perjuiciosas, ya que permite al ciudadano jugar su rol de auditor democrático, para exigir la rendición de cuentas a los políticos que eligió como gobernantes. Sin embargo, cuando la misma es limitada por aquellos que deben garantizarla, la autocensura y la fabricación de información desequilibran injustamente el mercado de las ideas, a favor de quien tiene más intereses en esconder verdades y oprimir libertades.

Sin embargo, por más que hagan los dictadores autoritarios de Sur América por apropiarse las causas del Libertador Simón Bolívar, la libertad que predicó Bolívar es una causa que no les pertenece. Por más que haga Rafael Correa por controlar las cortes, la justicia que defienden quienes se sientan libres, no le pertenece tampoco. Por más que trate de adueñarse de los medios de comunicación a través de la censura, no puede adueñarse de la libertad de expresión y de conciencia. Y precisamente porque lo sabe, es que está invirtiendo tanto en ganar esta absurda batalla de supresión de los derechos individuales.

Poco hemos hecho desde nuestro país para condenar los actos insólitos de supresión de libertades en Ecuador. Ojalá que la vocación periodística de nuestro presidente, le incentive con toda objetividad y sin sesgos ideológicos, a condenar la violación a la libertad de expresión por parte del presidente Correa, y lo anime a preservar férreamente la nuestra.

Durante una visita reciente al Perú, José Piñera explicó en una entrevista con Jaime de Althaus que en el corazón de la crisis del estado de bienestar está el viejo sistema insostenible de pensiones públicas. Y discutió la solución. Aquí pueden ver la entrevista.

El hamponato judicial en Ecuador

Publicado por Gustavo Coronel

Rafael Correa con guitarraComo Bucaram, como Chávez, payasos...

Al menos dos grandes escándalos judiciales han aflorado en Ecuador en el pasado reciente: (1) el relacionado con la sentencia contra la empresa ChevronTexaco, condenada a pagar miles de millones de dólares por un juez ecuatoriano corrupto, una decisión basada en un informe de un mal llamado experto, elaborado en gran parte por la parte acusadora. Esta decisión fue ayudada por las presiones abiertas del Presidente Correa y su gobierno para que se dictara un fallo condenatorio. Y (2) el relacionado con la decisión del juez de Guayaquil Juan Paredes, quien en 24 horas “elaboró” un informe de 80 páginas para declarar culpables de calumniar al presidente a un diario ecuatoriano y a uno de sus columnistas, dándole 3 años de prisión al columnista y obligando al diario, sus directivos y al columnista a pagarle a Correa $40 millones.

Detrás de las dos grotescas decisiones está Rafael Correa, quien se propone establecer en Ecuador un verdadero hamponato judicial, a imagen y semjanza del que ya existe en Venezuela gracias a Hugo Chávez, quien sigue siendo el tutor de Correa en estas marramucias.

En el escándalo de ChevronTexaco le está saliendo el tiro por la culata, ya que la empresa afectada ha logrado probar que el juez, el experto, el equipo legal de la parte acusada y sus asesores técnicos y de imagen, tanto los de Colorado en EE.UU., como los de Ecuador, forman parte de una conspiración.

En el caso del diario condenado la reacción internacional no se ha hecho esperar. La Sociedad Interamericana de Prensa, Human Rights Watch, Reporteros Sin Fronteras y muchas otras organizaciones están criticando abiertamente este grotesco abuso de poder.

Rafael Correa piensa que está ganando “batallas”, sin darse cuenta de que está perdiendo la guerra. Ya aparece en el radar de los pueblos civilizados del planeta como un satélite de los regímenes forajidos de Cuba y Venezuela.

Es apenas un triste neroncito tropical.

En menos de cuatro meses la justicia ecuatoriana, conocida por ser lenta, ha llegado a una decisión en la querella que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, planteó en contra del columnista Emilio Palacio, los directivos del diario que publicaba sus editoriales El Universo y la empresa Diario El Universo. Según el presidente, Emilio Palacio lo injurió en este artículo y los directivos del diario y la misma empresa "coadyuvaron" en la ejecución del supuesto delito. En otras palabras, se fijaría el precedente de responsabilizar a terceros --incluso con cárcel-- de lo que un individuo dice a título personal y con su firma.

El dictamen establece que los directivos del diario --César, Carlos y Nicolás Pérez-- y el columnista Emilio Palacio irán a la cárcel por tres años y que además deberán pagarle $30 millones a Correa. Además, el juez ha pedido que paguen 5% de los costos de los abogados del presidente. Finalmente, el dictamen pide que la empresa Diario El Universo le cancele otros $10 millones al presidente.

Esto es un acto de intimidación para todos los medios y ciudadanos independientes de Ecuador. Aunque no es el primer golpe a la libertad de expresión durante este gobierno, si es el más radical dado el contexto. El 7 de mayo el presidente obtuvo en las urnas el poder de "meter las manos en las cortes", como él mismo lo dijo al proponer la consulta. De esta manera, el poder judicial del país próximamente podrá ser agregado la cada vez más extensa lista de instituciones capturadas por el gobierno.

Una vez que se complete la captura del poder judicial y luego de este dictamen, podremos esperar o más auto-censura por parte de los medios independientes o más personas enjuiciadas/encarceladas por opinar o una combinación de ambas cosas. Lo que si es seguro es que este es un duro golpe a la libertad en nuestro país.

Democracia real ya

El manifiesto de "Democracia real ya" subraya que sus firmantes y partidarios no tienen color político: sólo quieren democracia. Pero su democracia se basa en que la gente no pueda elegir.

Esto dicen: "Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas. Existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos en estas sociedades: derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz".

El manifiesto es imperativo: hay derechos básicos que "deberían estar cubiertos" y prioridades sociales que "han de ser". Nótese que así se han edificado las democracias modernas, cuya presión fiscal ya es históricamente elevada. Si a los redactores del manifiesto les parece que la democracia que tenemos no es real, la conclusión es que desean que el nivel de coacción política y legislativa que ya experimentan los ciudadanos aumente de modo apreciable. Es evidente que cuando hablan de derecho a la vivienda, la salud, la educación o el consumo de bienes "necesarios", no se están refiriendo a que los ciudadanos libremente paguen con sus propios recursos esos bienes y servicios. Si no se están refiriendo a eso, sólo pueden referirse a que el poder forzará a la población a que los pague. La "democracia real ya" no puede, por tanto, querer decir menos impuestos, controles, multas y prohibiciones, sino más. Su idea de la democracia, en consecuencia, estriba en que la gente no elija.

Dirá usted: ¡pero si apoya el "libre desarrollo personal"!

Es cierto, y resulta llamativo. Tanto este párrafo como el conjunto del manifiesto reprochan a los seres humanos libres, consideran que los objetivos de prosperidad de las personas son inmorales, empobrecedores y destruyen el planeta. Todo el manifiesto apunta a restringir más el libre desarrollo personal y también los contratos voluntarios, porque específicamente se ataca el mercado y se prima la coacción de la colectividad sobre el individuo.

En conclusión, o bien el manifiesto rechaza el libre desarrollo personal, o bien cree que sólo somos libres cuando la sociedad nos somete. En el primer caso, engaña. En el segundo, hiela la sangre.

Publicado originalmente en Libertad Digital (España) el 17 de julio de 2011.

Es típico que un nacionalista latinoamericano critique a las personas que sacan capitales de sus países y los invierten en otros lugares. El presidente Rafael Correa lo ha hecho muchas veces. En 2009 forzó a la banca privada a repatriar parte de sus activos en el exterior.

Lo que no es tan tradicional es que haya evidencia de que quien lo predica no necesariamente lo practica. La última semana a todos los ecuatorianos nos sorprendió la noticia, con fuente del Sistema de Rentas Internas del Ecuador (SRI) y luego de la misma presidencia, de que Correa había transferido $330.000 a una cuenta suya en Alemania. El presidente luego aclaró (...no sean brutos el dinero fue enviado a Bélgica y no a Alemania”) que el dinero era para comprar un departamento en Bélgica para su familia ya que posiblemente sus hijos estudiarán en ese país.

Pero la cosa no quedó ahí. Hoy, el director del SRI, Carlos Marx Carrasco, anunció que publicará la lista de todos los ciudadanos y los valores que han pagado por el impuesto a la salida de divisas "para que la ciudadanía vea (el comportamiento de) personeros de Diario El Universo, Diario Hoy, El Comercio de todos los medios, que con miseria humana se han permitido poner en duda... (lo que ha hecho el presidente)”. Así vemos, nuevamente, cómo en Ecuador la información reunida para cobrar impuestos sirve para que el poder político tome represalias.

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