Una solución de sentido común para el sistema de bienestar de California

Michael D. Tanner indica que en conjunto los gobiernos federal, estatal y local gastarán $150 mil millones en programas contra la pobreza en el estado de California, lo que representa $21.000 por cada californiano necesitado.

Por Michael D. Tanner

Quizás de manera ficticia, se dice que Albert Einstein definió a la locura como hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes. Eso resume el enfoque de California para combatir bien a la pobreza

El estado ha tenido durante mucho tiempo una de las redes de seguridad social más generosas del país. En conjunto, los gobiernos federal, estatal y local gastarán cerca de $150 mil millones en programas contra la pobreza este año, lo que representa más de $21.000 por cada californiano necesitado. Y eso no cuenta los casi $8 mil millones que el estado planea gastar para combatir la falta de vivienda o los $9 mil millones que gastará para subsidiar viviendas para personas de bajos ingresos. Sin embargo, el estado continúa teniendo la tasa de pobreza más alta de la nación (usando la medida alternativa de la Oficina de Censo que considera tanto los beneficios no monetarios como el costo de vida), así como casi la mitad de la población nacional sin hogar.

Por supuesto, no se pueden gastar más de $165 mil millones sin hacer algo para reducir la pobreza. De acuerdo a varias medidas, el estado logra asegurarse de que las personas tengan comida, vivienda y otras necesidades básicas para vivir. Pero California tiene mucho menos éxito cuando se trata de ayudar a las personas a salir de la pobreza por completo. Realmente no se debería ser un Einstein para darse cuenta de que California está haciendo algo mal. 

Significativamente, el programa de asistencia social de California a menudo se equivoca con los incentivos al penalizar exactamente el tipo de comportamiento responsable que ayudaría a las personas a salir de la pobreza. Por lo tanto, mientras ayudan a los californianos de bajos ingresos a satisfacer sus necesidades materiales inmediatas, las reglas y las regulaciones laberínticas del sistema de asistencia social pueden desalentar el trabajo, los ahorros, el matrimonio y la manutención de los hijos. 

Por ejemplo, debería ser evidente que es poco probable que una persona gaste para salir de la pobreza. Pero incluso una pequeña cantidad de ahorro puede marcar una diferencia fundamental, por ejemplo, permitiendo el pago de una reparación de automóvil o una factura de atención médica, y evitar que tales gastos inesperados obliguen a una familia a entrar en un ciclo de deuda y pobreza. De manera similar, un activo como un auto nuevo puede ayudar a alguien a buscar trabajo. O una cuenta de ahorros podría usarse para ayudar a pagar los gastos de educación de un hijo, iniciar un negocio o encontrar un mejor lugar para vivir.

A largo plazo, los ahorros son aún más críticos. Por ejemplo, estudios muestran que las madres solteras con ahorros tienen muchas más probabilidades de mantener a sus familias fuera de la pobreza que otras madres solteras, incluso después de corregir para una variedad de factores sociales y económicos. Otros estudios muestran que las familias con activos tienen una mayor estabilidad en el hogar, están más involucradas en su comunidad, demuestran un mayor pensamiento y planificación a largo plazo y brindan mayores oportunidades para sus hijos. Claramente, la capacidad de ahorrar y acumular activos ofrece una amplia gama de beneficios. 

Sin embargo, los límites arbitrarios de activos para programas como CalWORKs fomentan el consumo y desalientan el ahorro y la mesura. Como advierte Sheryl Lane, ex-directora de políticas públicas de Saverlife, que promueve el ahorro y la educación financiera para los californianos de bajos ingresos, “los límites de activos envían el mensaje equivocado al penalizar a las familias por ahorrar y obliga a familias que quieren ser autosuficientes a gastar sus ahorros para seguir calificando para recibir la asistencia de CalWORKs”. 

Esos límites ni siquiera se justifican ahorrando dinero a los contribuyentes. California gasta más de $6,4 millones al año en pruebas y verificación de activos, pero ha encontrado que solo el 1% de los casos excede los límites de activos, la mayoría de ellos en cantidades insignificantes.

En los últimos años, California ha tomado medidas para reducir el uso de pruebas de activos para los programas de asistencia social. Por ejemplo, el estado eliminó los límites de activos para CalFresh en 2015. En la sesión legislativa de 2019 - 2020, la legislatura aumento el valor exento para vehículos en CalWORKs. Sin embargo, se puede hacer más. 

La senadora estatal Sidney Kamlager, demócrata por Los Ángeles, presentó una legislación, el proyecto de ley 996 del Senado, que eliminaría por completo las pruebas de activos para CalWORKs. La legislación también alentaría la formación de trabajo y familia al derogar la regla de las 100 horas de CalWORKs, que descalifica a los solicitantes si el contribuyente económico principal de una familia trabajó más de 100 horas en el mes anterior a la solicitud de CalWORKs. 

En un momento menos partidista, este es el tipo de reforma modesta a la asistencia social que debería obtener el apoyo de ambos lados del pasillo. Amplía la elegibilidad para aquellos que realmente lo necesitan, al mismo tiempo que alienta a los beneficiarios a tomar el tipo de medidas que no solo los sacarán de la asistencia social, sino también de la pobreza. Ya sea uno liberal, conservador o libertario, ese es un resultado que debería satisfacer a todos. 

Uno podría llamarlo una solución digna de Einstein.

Este artículo fue publicado originalmente en Orange County Register (EE.UU.) el 18 de abril de 2022.