Su mundo es mejor: el progreso global y lo que usted puede hacer para contribuir
Charles Kenny señala que el mundo de hoy es mejor de lo que era hace 300 o 30 años, aún cuando los mayores recuerden a los “buenos y viejos tiempos” con nostalgia.
Por Charles Kenny
Luis XIV (14) reinó Francia por 72 años, desde 1643 hasta 1715. Llamándose a sí mismo “el Rey Sol”, gobernó con autoridad absoluta sobre el país más poderoso de Europa. Como símbolo de su dominio, construyó el inmenso Palacio de Versalles, hogar de más de 350 personas y anfitrión frecuente de alrededor de 6.000 cortesanos. Su famoso Salón de los Espejos estaba iluminado por 3.000 velas. Los jardines tenían un zoológico, 400 esculturas y más de mil fuentes.
Pero a pesar de toda su riqueza y poder, la vida de Luis estaba llena de tragedia. Él y su esposa María Teresa tuvieron seis hijos pero solo uno llegó a la edad adulta. Tres niños murieron en su infancia, Felipe Carlos murió a los tres años de una infección en el pecho y Marie Therese a los 5 años de edad de tuberculosis —una enfermedad bacteriana que carcome los pulmones. Incluso su hijo de vida más larga, Luis el Gran Delfín, no sobrevivió lo suficiente para convertirse en Rey después de su padre, muriendo de viruela a la edad de 50 años. La esposa del Rey Sol, María, murió a los 44 años de una infección. Él mismo murió a los 77 años cuando su pierna se infectó con gangrena, condición que pudre la piel.
Además de buena salud, la familia del Rey Luis carecía de muchas otras cosas: su palacio puede que haya tenido mil fuentes, pero no tenía un solo excusado —las personas afortunadas iban al baño en una vasija que los sirvientes removían, los demás simplemente se ponían en cuclillas en una esquina. Mientras que 6.000 velas podrían sonar como mucho, estas producen alrededor de la misma iluminación que un par de focos de luz modernos. Gran parte de Versalles habría estado totalmente oscuro tan pronto llegaba la noche.
Cuando se trata de la calidad de vida, usted podría tener una mejor situación que la familia del Rey Sol. Usted definitivamente está mejor cuando se trata de permanecer vivo: es poco probable que cualquiera de los miembros de su familia hubiesen muerto como lo hicieron si hubiesen tenido acceso a la medicina moderna. Y esta era la familia más rica en la casa más lujosa en la tierra —la gran mayoría de los franceses en ese entonces vivían vidas que nosotros simplemente encontraríamos insoportables. El mundo es simplemente un lugar mucho mejor que lo que era hace 300 años atrás. Pero también es un lugar mucho mejor para vivir que hace 30 años.
Una manera de observar esa mejora es considerar la probabilidad de que usted leyera este libro si lo hubiese escrito hace algunos cientos de años atrás. Hay una muy alta probabilidad de que usted estado demasiado muerto para leerlo. Incluso si estuviera vivo, la probabilidad de que usted pudiese leer algo era baja: la lectoescritura era una habilidad de pocos. Los libros eran sumamente caros, y la mayoría de las personas eran muy pobres, así que incluso si se encontraba dentro de la pequeña minoría que sabía leer y estaba vivo usted probablemente no hubiese podido comprar una copia. Y en muchos momentos y lugares, este libro hubiese estado prohibido —habla de manera aprobatoria de cosas que muchas veces eran ilegales o al menos era muy peligroso sugerirlas, desde la libertad de creer en el dios de su elección (o en ninguno) hasta los derechos de los homosexuales y la democracia.
Las personas jóvenes (y mayores) están enfermándose menos seguido, menos personas permanecen analfabetas, no muchos están siendo arrestados por la policía por lo que piensan y creen, menos personas están siendo golpeadas o disparadas, y a muchas menos personas les dicen que es la ley que el color de su piel o su género los hace una peor persona.
Podría sorprender que el mundo está mejorando. Muchas personas creen que la pobreza está empeorando a nivel mundial y que la mayoría de las demás personas son miserables. Pregúntele a alguien de la edad de sus abuelos si las cosas han mejorado desde que ellos eran jóvenes y bien puede ser que digan que no. Solo alrededor de una de cada tres personas mayores en EE.UU. piensa que la vida es mejor hoy que lo que era hace 50 años atrás —y estas son las personas que son lo suficientemente mayores para recordar algo de hace 50 años. Pero incluso después del COVID-19, incluso a pesar de las tragedias de los últimos años, pienso que están equivocados.
En gran parte, las personas recuerdan las cosas buenas y se olvidan de las cosas malas acerca de su pasado. Los adultos suelen recordar la niñez como una época de energía sin fin cuando no había nada de qué preocuparse y cuándo se divertían mucho. La vida como un niño es más complicada que eso. Pero esta es la razón por la que las personas mayores pueden decir frases como “no sabes cuánta suerte tienes” y “las cosas eran mejores en mi época” casi una seguida de la otra. Ellos quieren decir “tienes suerte de ser joven pero mala suerte de ser un niño hoy en lugar de serlo cuando yo fui un niño”. Diría que la verdad está más cerca de lo contrario —aunque hay cosas muy buenas de ser joven.
Pregúntele a alguien en sus 70 u 80 años con qué se enfermaban, y lo con qué se enfermaban sus amigos. O pregúnteles acerca de los ensayos de “agáchate y cúbrete” en las escuelas, cuando practicaban para la guerra con Rusia y las bombas atómicas que caerían. O pregúnteles acerca de cómo los afro-estadounidenses eran tratados en los restaurantes, en los trenes, o en el sistema escolar. O pregúntele a alguien de la edad de sus padres acerca de dónde podían ver un show de televisión —quizás solo había una televisión en la casa y tal vez son tan solo cuatro o cinco programas que ver. Pregúnteles si usaban un cinturón de seguridad en el asiento trasero del carro. Pregúnteles acerca de la “lluvia ácida”. Sus respuestas podrían ser la razón para que ellos —y usted— piensen detenidamente acerca de los buenos y viejos tiempos, y acerca de qué tan buenos eran en relación a la actualidad.
Aunque la vida en EE.UU. ha mejorado mucho desde que eran jóvenes sus padres o abuelos, la vida en el resto del mundo ha mejorado incluso más rápido. Somos realmente afortunados de vivir en este país, porque las personas en EE.UU. todavía están entre las más sanas, educadas y ricas del mundo. Pero el resto del planeta nos está alcanzando. Desde Asia hasta África y Sudamérica, menos personas están muriendo jóvenes, menos personas permanecen analfabetas, menos personas orinan o defecan en un campo o en la calle en lugar de hacerlo en un excusado.
Es cierto que el mundo no ha mejorado para muchos de nosotros durante los últimos años con la pandemia, la crisis económica y el desempleo masivo, la muerte violenta de personas y la violencia dirigida a aquellos que protestan por esas muertes, la guerra, los huracanes, la corrupción y el abuso.
Algunas personas todavía mueren jóvenes. Muchas personas pierden un padre o un abuelo —o incluso más de uno— demasiado temprano. Las familias todavía viven vidas de hambre y miseria. El COVID-19 y sus impactos demuestran que podemos retroceder en la salud y la pobreza. Las personas todavía son encerradas, muchas veces por cosas que no deberían ser un delito. El racismo, el sexismo, y el abuso de las minorías siguen siendo abundantes a nivel mundial. Entre las cosas que están empeorando, el progreso hacia la democracia se ha revertido durante los últimos años, los arrecifes de corales se están descolorando, y el clima se está calentando.
Tal vez no es suficiente saber que hay menos cosas malas sucediendo cuando hay tantas malas que sí suceden. Ciertamente, en un mundo más rico y más tecnológicamente avanzado que nunca antes, es más impresionante que nunca antes que algunas personas continúen viviendo en un estado de extrema privación. Pero el progreso pasado sí sugiere que no hay nada inevitable acerca de la tragedia o la miseria. Si trabajamos juntos, el mundo puede continuar mejorando. Ningún ser humano individual ha resuelto un problema global por sí solo, pero miles de millones han sido parte de las soluciones. Usted también podría serlo.
Este es un extracto del libro Your World, Better: Global Progress And What You Can Do About It.
Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 6 de mayo de 2021.