Privilegio injusto e innecesario
Iván Alonso dice que sin duda los privilegios tributarios harán que el agro peruano crezca más de lo que ya ha crecido, pero lo hará desplazando el crecimiento en otros sectores.
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Por Iván Alonso
Seguramente aplaudirán con entusiasmo al presidente argentino Javier Milei cuando venga a Lima porque también se confiesan liberales… sobre todo si el liberalismo se practica fuera de nuestras fronteras. Aquí adentro, quisieran creer –o que creamos– que el libre mercado es compatible con sus privilegios tributarios. Si usted insiste, podemos ir al diccionario: privilegio es una ventaja especial concedida por una autoridad, como cuando el Congreso aprueba una ley para reducir la tasa del impuesto a la renta para el sector agropecuario al 15%, la mitad de la que pagan los demás.
La llamada “ley Chlimper 2.0”, contra la que se anunciaban protestas para el día de ayer, significará una transferencia de ingresos del fisco a los agricultores que estimamos en S/300 millones al año. El déficit fiscal aumentará en 0,25% del PBI si el Gobierno no la observa. La estimación se basa en la diferencia de casi 40% entre lo que se recaudó por impuesto a la renta agropecuaria en el 2021, luego de que se eliminara parcialmente el privilegio creado originalmente por la ley 27360, y lo que se había recaudado, en promedio, entre el 2016 y el 2019, para no contar el año de la pandemia. Más del 80% de esa transferencia iría a las manos de los accionistas de las empresas agrarias, que la nueva ley define como aquellas que facturan por encima de 150 UIT (unos S/800.000) anuales.
¿Es necesario restablecer los privilegios tributarios parcialmente derogados en el 2020? Pues no. Al sector agropecuario le ha ido, no muy bien, sino super bien, desde entonces. Bastaría decir que la recaudación del impuesto a la renta prácticamente se ha cuadruplicado, pasando de S/172 millones en el 2021 a S/545 millones en el 2024 y posiblemente S/800 millones en el 2025, lo que significa que las utilidades de los agricultores deben de haber crecido en la misma proporción. Otros indicadores apuntan en la misma dirección: el PBI agropecuario ha crecido 13% en los últimos cuatro años; las importaciones de maquinaria agrícola, 14%; las exportaciones tradicionales, 68%; las no tradicionales, 66%; las de arándanos, 130%.
Sin duda, los privilegios tributarios de la ley Chlimper 2.0 harán que el agro crezca más aún. Pero crecerá atrayendo capital y trabajo que, de otra manera, irían a otros sectores donde serían más productivos; solo que lo que el país dejará de producir en esos otros sectores nunca aparecerá en las estadísticas.
Este artículo fue publicado originalmente en El Comercio (Perú) el 22 de agosto de 2025.