El manifiesto de María Corina es para toda América Latina

Carlos Ernesto González Ramírez dice que El "Manifiesto de la Libertad" de María Corina Machado presenta una visión política que bien podría servir como un modelo fundamental para el régimen político al que deberían aspirar todos los países latinoamericanos.

Por Carlos Ernesto González Ramírez

El "Manifiesto de la Libertad" de María Corina Machado, surgido de la lucha por la democracia en Venezuela, trasciende las fronteras nacionales para proponer una visión política que bien podría servir como un "blueprint" o modelo fundamental para el régimen político al que deberían aspirar todos los países latinoamericanos. Este documento, basado en la libertad, la dignidad y los derechos inalienables del ser humano, ofrece una alternativa clara y contundente a los modelos populistas y autoritarios que han mermado la estabilidad y el desarrollo de la región.

El corazón del Manifiesto es la reafirmación de que ningún gobernante, facción o fuerza puede dictar o coartar los derechos inherentes al ser humano: la libertad y la dignidad. Para América Latina, una región históricamente marcada por la intervención estatal excesiva y la violación sistemática de derechos, este principio es esencial. Propone un sistema donde el Estado es siervo y no amo de los ciudadanos, garantizando justicia, el imperio de la ley y el respeto a la propiedad privada. Es decir, el ciudadano en control de los políticos y del Estado.

Si bien el Manifiesto se centra en la lucha por la libertad, su contexto político aboga por un modelo que deja atrás el socialismo y el estatismo. Para Latinoamérica, esto significa adoptar la libertad económica como base para la prosperidad. Un "blueprint" basado en esta visión promovería: mercados libres y competencia transparente; una drástica reducción de la burocracia y la corrupción; y la protección de las inversiones y la generación de riqueza. Este enfoque no solo impulsa el desarrollo económico, sino que también descentraliza el poder, haciendo menos atractivo el control totalitario del Estado.

La experiencia venezolana destaca lo fácil que es perder la democracia y lo difícil que es reconquistar la libertad. El Manifiesto inspira a una nueva generación que cree en su derecho a ser libre y en su autonomía para tomar sus propias decisiones. Esto debe ser un pilar para la región: fomentar un liderazgo ético, defender celosamente las instituciones democráticas (como la libertad de expresión), y cultivar una cultura cívica que valore y defienda activamente la libertad, sin darla nunca por sentada.

Este artículo fue publicado originalmente en La Prensa (Panamá) el 7 de diciembre de 2025.