Encuesta de Cato ayuda a reformular el debate en torno a la inmigración legal

Alex Nowrasteh destaca los principales hallazgos de la encuesta de Cato acerca de la inmigración y la identidad, datos que todo partidario de la liberalización migratoria debería tener en cuenta.

Por Alex Nowrasteh

Mis colegas Emily Ekins y David Kemp publicaron una excelente encuesta nueva acerca de cómo los estadounidenses perciben la inmigración y la identidad. Todos trabajamos juntos diseñando las preguntas durante varios meses antes de la publicación y los resultados son muy interesantes. Abajo se encuentran algunos de los descubrimientos y algunas lecciones que las personas que respaldan la inmigración deberían tener en cuenta. 

Primero, la encuesta muestra que la mayoría de las personas conocen muy poco acerca de la inmigración. Incluso los datos más básicos se les escapan. Cerca de un 14 por ciento de la población estadounidense es nacida en el extranjero pero el encuestado promedio piensa que 40 por ciento de la población del país ha nacido en el extranjero. Los inmigrantes eran los más proclives a pensar que que la población inmigrante de EE.UU. es alta, estimando que 56 por ciento de los habitantes del país han nacido en el extranjero, mientras que los estadounidenses de la tercera generación u otras superiores estimaban que un 36 por ciento. 

Las diferencias probablemente resultan de dónde residen los encuestados en EE.UU. Los inmigrantes viven cerca de otros inmigrantes y lo estadounidenses nativos viven cerca de otros estadounidenses nativos. Por ejemplo, cerca de un 27 por ciento de la población de California es nacida en el extranjero comparado con solo 1,5 por ciento en West Virginia. Aquellos que viven más cerca de otros inmigrantes es más probable que sobre-estimen el porcentaje de inmigrantes de la población estadounidense. Utilizando esos dos estados como ejemplos, los inmigrantes en California sobre-estimaron el porcentaje de habitantes nacidos en el extranjeros de la población por un factor de dos, mientras que las generaciones tercera o superior de estadounidenses en West Virginia se equivocaron por un factor de 24. No obstante, los estadounidenses nativos y los inmigrantes ambos sobre-estiman el porcentaje de inmigrantes. 

Segundo, enfocarse en mediciones comprensibles cuando se comunica cómo el sistema legal migratorio funciona es más eficaz. Los estadounidenses pueden conceptualizar mejor los varios años que tarda esperar para una green card que la cantidad considerable y abstracta de visas que son emitidas al año. Por ejemplo, en una pregunta de la encuesta sobre qué tanto debería tardar emigrar a EE.UU., 80 por ciento de los encuestados dijo que debería tomar cinco años o menos inmigrar, y ellos eligieron ese número porque la pregunta los influyó mencionando un tiempo promedio de cinco años. Sin embargo, 52 por ciento de los encuestados dijo que debería tardar menos de cinco años. 

Sin embargo, las respuestas a otra pregunta revelaron que 61 por ciento de los encuestados dijeron que querían menos de un millón de inmigrantes al año —probablemente porque un millón es un número grande y abstracto que es difícil de visualizar aún cuando es un número relativamente pequeño de personas comparada a los cerca de 330 millones de personas que viven en EE.UU. En cambio, todos entienden lo que se siente esperar cinco años y 80 por ciento de los encuestados respondieron que los inmigrantes deberían esperar cinco años o menos por una green card. 

Una lección es que deberíamos hablar de las restricciones sobre la inmigración en términos de tiempos de espera en lugar de números de visas. Por el lado de la política pública, un tiempo máximo de espera por una visa sin considerar las cuotas numéricas aumentaría el número de visas emitidas sin aumentar las cuotas numéricas en papel y sería más retóricamente atractivo. Afortunadamente, Cato propuso justo este tipo de reforma en 2020. 

Tercero, a los estadounidenses les preocupa mucho menos el proteccionismo laboral de lo que todos pensábamos. Dos tercios de los encuestados dijeron que las empresas deberían poder “contratar a quienes consideren que están mejor calificados para el trabajo sin importar su nacionalidad”. Esto es una muy buena noticia porque las regulaciones de protección de salarios y empleos son responsables por un gran porcentaje de los costos regulatorios para patrocinar a inmigrantes que solicitan green cards basadas en empleo y otros tipo de visas temporales de trabajo tales como H-1B, H-2A y H-2B. Eliminar estas regulaciones se enfrentaría a menos resistencia popular de la que muchos de nosotros pensábamos. 

Cuarto, la mayoría de los estadounidenses piensan que las leyes que restringen la inmigración provocan la inmigración ilegal. 41 por ciento dijeron que la inmigración ilegal es causada porque el sistema migratorio legal es demasiado restrictivo y 19 por ciento dijo que los inmigrantes ilegales no estaban aptos para solicitar inmigración. La mayoría de los encuestados están listos para entender que las restricciones y la burocracia estatal son las causas de la inmigración ilegal. 

Quinto, 56 por ciento dijo que simplificar el proceso de inmigración legal es una mejor forma de abordar la inmigración ilegal que construir un muro fronterizo o aumentar la seguridad en la frontera. Estas son noticias muy buenas para aquellos de nosotros que deseamos expandir y liberalizar la inmigración legal. Algunos descubrimientos en el campo de la psicología política sugieren otra cosa, de que la percepción de caos a lo largo de la frontera influye en los electores para que se opongan a la liberalización de la inmigración. Aparentemente, la mayoría de las personas ven el caos y su instinto es respaldar un mayor cumplimiento de la ley y un mayor control estatal en lugar de una liberalización. Esto crea un dilema porque la única manera de lograr un control sostenible de la frontera es mediante la liberalización pero la liberalización solo puede ser políticamente sostenible si los electores piensan que la frontera está bajo control. Pero los resultados de esta encuesta indican que los encuestados es más probable que favorezcan la liberalización como un medio para controlar la frontera que lo que sugiere la literatura de psicología política. 

Hay muchos otros hallazgos fascinantes en esta encuesta de Cato sobre la inmigración y la identidad y recomiendo que la lea y digiera toda. Sin embargo, los hallazgos mencionados anteriormente son aquellos que buscaremos incorporar en mayor medida en nuestro trabajo.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 5 de mayo de 2021.