El ICE podría prevenir algunos de los próximos escándalos de corrupción, delitos y conductas indebidas que afectarán a la agencia

La Grandiosa y Hermosa Ley (OBBBA), firmada por el presidente Trump en julio de 2025, destina 45.000 millones de dólares al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para contratar a 10.000 agentes adicionales de Operaciones de Control y Expulsión (ERO, por sus siglas en inglés), además de ampliar el espacio de detención nacional y deportar a más inmigrantes. Si se llevara a cabo esta contratación masiva, el número de agentes de deportación aumentaría un 164% en un breve periodo de tiempo. La última vez que el Gobierno federal aumentó tanto la aplicación de la ley de inmigración en tan poco tiempo, se dispararon los procesos judiciales por corrupción y los despidos por mala conducta. Sin una mayor supervisión, la corrupción y la mala conducta en el ICE-ERO aumentarán considerablemente.

El Gobierno duplicó el número de agentes de la Patrulla Fronteriza entre 2002 y 2010, aumentando la plantilla de unos 10.000 a más de 20.000 como parte de la reacción exagerada de las fuerzas federales en materia de seguridad tras los atentados del 11 de septiembre. Durante ese tiempo y en los años posteriores, los despidos de agentes de la Patrulla Fronteriza por incompetencia, conducta indebida o comportamiento ilegal se dispararon junto con el número de personas procesadas por corrupción u otros delitos. La Patrulla Fronteriza siempre ha tenido graves problemas de disciplina y corrupción, pero estos se agravaron después del 11 de septiembre, cuando el gobierno se embarcó en una campaña de contratación. Al mismo tiempo, la oficina de asuntos internos de la Patrulla Fronteriza se vio debilitada tras la integración de este organismo en el recién creado Departamento de Seguridad Nacional. También se redujeron los estándares y los tiempos de formación para cumplir los objetivos de contratación.

La Oficina de Responsabilidad Profesional de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP-OPR) es la oficina de asuntos internos de la Patrulla Fronteriza. Era muy pequeña, con solo 218 investigadores de asuntos internos para una plantilla de unos 60.000 empleados, lo que supone aproximadamente un agente de asuntos internos por cada 271 agentes de la ley, en una época en la que la corrupción y los problemas disciplinarios eran rampantes. Por el contrario, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) contaba con un investigador de asuntos internos por cada 65 agentes juramentados. Desde entonces, los problemas disciplinarios, de mala conducta y penales dentro de la Patrulla Fronteriza han mejorado considerablemente, pero nunca deberían haber llegado a tal punto.

Dado que la expansión del ICE es lamentablemente inevitable, es importante prevenir un aumento de la corrupción y la incompetencia en la agencia mientras crece. El ICE cuenta con 251 investigadores criminales en su oficina de asuntos internos (ICE-OPR), lo que supone una ratio de 82 empleados por cada investigador de asuntos internos. Para alcanzar la ratio del NYPD, el ICE-OPR debería contratar a 220 investigadores criminales adicionales y un número similar de personal de apoyo, y su contratación debería ser prioritaria para disuadir la corrupción desde el principio.

El ICE no debería rebajar aún más los requisitos para los agentes del ICE-ERO o los investigadores del ICE-OPR, como hizo la Patrulla Fronteriza hace 20 años. El ICE está ofreciendo una bonificación por contratación de 50.000 dólares, la condonación y el reembolso de los préstamos estudiantiles, enormes bonificaciones para los agentes especiales, horas extras no controladas para los demás y mayores prestaciones de jubilación, además de todas las ventajas subvencionadas por los contribuyentes que conlleva ser un trabajador federal sindicado. El ICE rebajará aún más los estándares cuando esos incentivos no cumplan sus objetivos de contratación, especialmente porque muchos solicitantes son aceptados y fracasan durante la formación, lo que decepcionará a los funcionarios de la administración después de que inicialmente se jactaran del número de ofertas de empleo realizadas. La ERO tuvo una tasa de abandono de la academia del 12,2% en 2017, que podría duplicarse o triplicarse el próximo año. Estos problemas de personal se suman a la tasa de abandono normal, que es de alrededor del 4% anual.

Incluso los partidarios de la expansión del ICE deberían exigir que se mantengan unos estándares elevados y se amplíe de forma preventiva el ICE-OPR. La popularidad del ICE está cayendo en picado por buenas razones. Parte de la caída de popularidad del ICE se debe a las llamadas razones "termostáticas", por las que el público reacciona de forma predecible contra la política actual. Pero gran parte de ella es también una reacción a que el ICE saque a la gente de los autos, arreste a ciudadanos estadounidenses y lleve máscaras intimidatorias en público. Un mayor contacto entre los agentes del ICE y los estadounidenses aumentará las oportunidades de corrupción, delincuencia y conducta indebida que podrían provocar enormes escándalos.

Gil Kerlikowske, excomisionado de la agencia matriz de la Patrulla Fronteriza, Aduanas y Protección Fronteriza, advirtió que "si ellos [el ICE] no mantienen unos estándares y unos controles de antecedentes bastante rigurosos, se puede acabar contratando a las personas equivocadas y luego pagar un precio muy alto en la percepción que tiene el público de ellos".

Las tasas de despido del ICE por motivos disciplinarios, de rendimiento y de conducta indebida son inferiores a las de la Patrulla Fronteriza, los agentes de aduanas y la Oficina de Prisiones durante el último año del que dispongo de datos, pero superiores a las del FBI, la DEA y el Servicio Secreto. El ICE no es la peor agencia en estos indicadores, pero es peor que varias que han sido objeto de un severo escrutinio y condena a lo largo de los años.

Mi predicción es que el ICE no hará caso de mis advertencias porque la administración Trump está centrada en deportar personas y no le importa cómo. Un gobierno que "declara una invasión" y activa leyes de guerra para deportar a trabajadores en su mayoría pacíficos no se preocupa por mantener los estándares de contratación, ni le molestan los escándalos de corrupción. Cabe esperar un aumento masivo de la corrupción, la mala conducta, los encubrimientos y los despidos, ya que el Gobierno contratará a 10.000 agentes adicionales del ICE-ERO con unos estándares más bajos y menos supervisión.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos) el 14 de agosto de 2025.