Cómo la pasión de un hombre por el vino francés desencadenó un desafío a los aranceles "de emergencia" de Trump
Paul Best destaca la empresa VOS Selections, de Victor Owen Schwartz, empresario que desafió en las cortes los aranceles del presidente Donald Trump.
Aristide Economopoulos para The Washington Post via Getty Images
Por Paul Best
Durante casi cuatro décadas, Victor Owen Schwartz ha recorrido el mundo en busca de los vinos, licores y sakes más auténticos que ha podido encontrar para traerlos a Estados Unidos.
Su modelo de negocio se vio amenazado por los aranceles del "Día de la Liberación" del presidente Donald Trump, pero con la ayuda de Ilya Somin, del Instituto Cato, llevó al Gobierno a las cortes.
La empresa, que importa vinos, licores y sake de todo el mundo, impugnó los aranceles del presidente Trump ante los tribunales.
Victor Owen Schwartz no se propuso enfrentarse a la Casa Blanca.
Se propuso encontrar buen vino.
Lo que comenzó como la afición de un joven por la gastronomía y los viajes le llevó de trabajar en catering en Nueva York a vendimiar en viñedos franceses en la década de 1980. Esa pasión se convirtió en su profesión y, con el tiempo, en una empresa global. Hoy en día, la empresa de Schwartz, VOS Selections, importa vino, licores y sake de 16 países de los cinco continentes.
"Te diré una cosa muy importante: hace 39 años no tenía ningún plan para demandar al presidente de los Estados Unidos", declaró Schwartz a Free Society. "Nunca se me pasó por la cabeza".
Pero cuando Donald Trump dio a conocer una serie de aranceles radicales en lo que la administración denominó "Día de la Liberación", Schwartz se encontró ante el posible colapso de todo lo que había construido.
Anunciada el 2 de abril, la nueva política comercial imponía aranceles del 10%, y en algunos casos mucho más altos, a una amplia gama de productos importados de casi todos los países del mundo. Para importadores como Schwartz, esto significó el caos instantáneo.
"El 10% es una cantidad enorme, por no hablar del 20% o el 50%. Esas cifras ni siquiera son reales", afirmó Schwartz. "Son tan impactantes que te dan ganas de tirar la toalla. Es incertidumbre, es impacto financiero, es flujo de caja, es estrangulamiento, es todo eso".
Mientras Schwartz se apresuraba a averiguar cómo sortear los nuevos aranceles, un familiar le recomendó a Ilya Somin, titular de la cátedra B. Kenneth Simon de Estudios Constitucionales en el Instituto Cato y profesor de Derecho en la Universidad George Mason.
Somin había hecho un llamamiento para encontrar posibles demandantes que impugnaran los aranceles ante los tribunales, y Schwartz parecía encajar en el perfil. El 14 de abril, Somin y los abogados del Liberty Justice Center (LJC) presentaron la demanda con VOS Selections como demandante principal, junto con otras cuatro pequeñas empresas: FishUSA, un minorista de artículos de pesca y ropa con sede en Pensilvania; Genova Pipe, un fabricante del sector de la fontanería con sede en Utah; MicroKits, una pequeña empresa de Virginia que diseña kits electrónicos para niños; y Terry Precision Cycling, una marca de ciclismo femenino de Vermont.
Durante las semanas siguientes, los mercados se tambalearon y los aliados amenazaron con tomar represalias, mientras los funcionarios de la administración Trump se contradecían sobre los motivos de los aranceles y luchaban por justificar la fórmula sin sentido utilizada para fijar los aranceles.
El 28 de mayo, Schwartz se disponía a preparar la cena cuando recibió un correo electrónico de LJC sobre su victoria. Un tribunal compuesto por tres jueces del Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos anuló por unanimidad los aranceles de Trump, alegando que el presidente no tiene "autoridad ilimitada" para imponer aranceles en todos los rincones del mundo.


Los aranceles de Trump suponían una amenaza existencial para VOS Selections, que importa vino, licores y sake de 16 países de los cinco continentes. (Fotos cortesía de VOS Selections)
Trump reclamó la autoridad para aplicar los aranceles en virtud de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA), que establece que el presidente puede declarar una emergencia nacional para "hacer frente a cualquier amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad nacional o la economía de Estados Unidos. La preocupación infundada de Trump por el déficit comercial no constituía una emergencia.
El tribunal también señaló que la Constitución otorga claramente al Congreso "la facultad exclusiva de establecer y recaudar impuestos, derechos, gravámenes y exacciones, y de regular el comercio con las naciones extranjeras".
Para Somin, la sentencia fue una victoria no solo para estas pequeñas empresas y el libre comercio, sino también para el Estado de derecho y la separación constitucional de poderes.
"Los estadounidenses de todo el espectro político tienen interés en impedir que el presidente ejerza poderes monárquicos, socave la Constitución y emprenda guerras comerciales ruinosas", escribió Somin en The Atlantictras el fallo. "Es bueno ver que las cortes parecen estar de acuerdo".

Ilya Somin, catedrático de Estudios Constitucionales B. Kenneth Simon en el Cato, colaboró con los abogados del Liberty Justice Center para representar a VOS Selections y otras cuatro empresas.
Un tribunal federal de apelación suspendió la sentencia mientras la administración Trump la recurre, por lo que los aranceles siguen vigentes por ahora. Fue una decisión decepcionante para estas pequeñas empresas, pero Somin escribió en The Volokh Conspiracy que se muestra "cautelosamente optimista de que la corte de apelación acabará por reconocer que la pretensión del presidente de tener un poder prácticamente ilimitado para imponer aranceles es claramente ilegal".
Aunque VOS Selections sigue siendo una pequeña empresa familiar, también es un gran testimonio de cómo el libre comercio enriquece tanto a los estadounidenses como al resto del mundo. A través de una sola empresa, los estadounidenses tienen acceso a docenas de excelentes sakes de todo Japón, cientos de vinos procedentes de la costa mediterránea y Europa Central, y una gran variedad de licores elaborados en lugares tan diversos como el Líbano y Nueva Zelanda. Es un lujo que habría sido inimaginable incluso para los más grandes emperadores de milenios pasados.

Por supuesto, muchos bienes y servicios pueden producirse en muchas partes diferentes del mundo, pero la especialización y el comercio, guiados por la ventaja comparativa y respaldados por intermediarios como Schwartz, permiten a las empresas y a los particulares producir lo que mejor saben hacer, comprar el resto y ser mucho más ricos que si hubieran intentado hacerlo todo por su cuenta.
"El vino está íntimamente ligado a la geografía, el clima y la cultura, por lo que es un excelente ejemplo de los beneficios del comercio y los daños invisibles del proteccionismo", afirma Scott Lincicome, vicepresidente de economía general y del Centro Herbert A. Stiefel para Estudios de Política Comercial del Instituto Cato. "Al gravar con fuertes impuestos mis tempranillos españoles favoritos, el Gobierno de Estados Unidos podría obligarme a comprar solo cabernets californianos más caros, pero, dado que estos últimos son un sustituto pobre de los primeros, yo saldría perdiendo, tanto en términos económicos como de felicidad. Esos mismos principios se aplican a todo lo que producimos y consumimos, no solo a las bebidas alcohólicas de lujo".
Además de los aranceles del "Día de la Liberación", Trump también intentó imponer aranceles a Canadá, México y China a través de la IEEPA, presentándolos como una medida para combatir el tráfico de fentanilo. El Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos también falló en contra de esos aranceles en una demanda presentada por Oregón y otros 11 estados, alegando que "no son válidos porque no abordan las amenazas establecidas en esas órdenes".
Los aranceles de seguridad nacional sobre los automóviles, el acero y el aluminio siguen en vigor, y la administración Trump está inmersa en una guerra comercial con China.
Si se aplicaran todos los aranceles de Trump, el impacto se extendería mucho más allá de las pequeñas empresas como VOS Selections. La Oficina Presupuestaria del Congreso estima que la inflación aumentaría una media anual de 0,4 puntos porcentuales en 2025 y 2026, ya que las empresas subirían los precios a los consumidores para compensar el aumento de los costes. Los hogares estadounidenses también verían un aumento medio de los impuestos de 1.183 dólares en 2025 y de 1.445 dólares en 2026, según un análisis de la Tax Foundation. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronosticó a principios de junio que el crecimiento económico de Estados Unidos se ralentizaría hasta el 1,6 % este año, por debajo del 2,2 % previsto por el grupo en marzo.
Para Schwartz, el impacto generalizado en las empresas y los consumidores también supone un preocupante alejamiento de lo que permitió que su negocio tuviera éxito en primer lugar.
"Hay una razón por la que empecé mi negocio en Nueva York, porque es muy abierta, muy diversa. Creo que es el mejor mercado de vinos del mundo", afirma Schwartz. "No tiene parangón, y eso se debe al libre comercio, seamos claros".
Este artículo fue publicado originalmente en la revista Free Society del Instituto Cato (Estados Unidos), edición de verano de 2025.