Arrasando con los ahorros del país

Manuel Hinds considera que 2023 y 2024 serán años financieramente difíciles y que el gobierno salvadoreño está arrasando con los ahorros y fondos disponibles tratando de resolver el problema de deuda excesiva.

Por Manuel Hinds

Durante las festividades del Año Nuevo la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional vaticinó que en el 2023 un tercio de la economía mundial posiblemente entrará en recesión. La base de su pronóstico es la tendencia hacia la baja que se observa en las economías más grandes—EE.UU., la Unión Europea y China. Según la directora, EE.UU., la más fuerte de estas economías, podría evitar entrar en recesión. En estos días, JP Morgan, un banco estadounidense, publicó un documento llamado “El fin del romance” (“The End of the Affair”) en el que toma una perspectiva más larga en el pasado y habla, no sólo de las perspectivas de una recesión, sino del final de 20 ó 30 años de una fantasía en la que entraron muchos economistas y banqueros centrales que creyeron en algo que llamaban “La nueva teoría monetaria” que según ellos derogaba la relación que siempre ha existido entre excesiva creación monetaria e inflación, creando un ambiente de “todo se vale” en el que los bancos centrales crearon enormes cantidades de dinero abriendo la puerta para que las tasas de interés bajaran de una manera artificial a niveles ridículamente bajas, creando en el proceso varias burbujas, incluyendo la del bitcoin.

Ahora, la fiesta ha terminado y es la hora de pagar las cuentas. La inflación ha subido a niveles que no se veían desde los años ochenta y para combatirla los bancos centrales están subiendo las tasas de interés para disminuir el crédito y eliminar el exceso de demanda sobre la oferta que existe a nivel mundial. Este proceso, por supuesto, es doloroso, porque el aumento de las tasas de interés causa la disminución de los precios de todos los activos financieros, incluyendo bonos y acciones y también los bitcoins. Conforme los bancos centrales van retirando dinero de los mercados, los bancos comerciales pueden dar menos crédito y eso es lo que hace que la producción, o su crecimiento, disminuya.

Eso se ha sabido desde hace años que tendría que pasar, pero el público parece reacio a ver la realidad, probablemente como un rescoldo del entusiasmo del “todo se vale”.

Todo esto indica que no solo el 2023 sino también los subsiguientes años van a ser bastante difíciles económica y financieramente. El crédito se volverá más difícil y caro, y países como El Salvador, cuyo crédito está calificado entre los peores del mundo, tendrá muchas dificultades para seguir financiando los gastos excesivos del gobierno, tendrán dificultades aún más serias.

La estrategia del gobierno ante el problema de excesivo endeudamiento, que ha sido causado por él mismo, consiste en arrasar con todos los ahorros y fondos disponibles acumulados por la población en su historia.

El gobierno primero se tomó más de la mitad de las reservas bancarias, que eran de los depositantes. Luego procedió a hacer la reforma de pensiones, con la que se apropió los ahorros de las pensiones para que el gobierno, que afuera no podría financiarse en los mercados libres pagando menos de 30% puede financiarse pagando una tasa ínfima a los futuros pensionados. Como resultado, las pensiones seguirán siendo bajísimas, y el gobierno seguirá echándole la culpa a las AFP cuando el culpable de esas pensiones tan bajas es el gobierno mismo. Les quita los fondos a los actuales y futuros pensionados para seguir gastando en cosas que no benefician al pueblo.

Esta semana el gobierno hizo otra movida así. Pasó una ley que le permite al FOVIAL (Fondo de Conservación Vial de El Salvador) emitir bonos comprometiendo sus ingresos futuros para obtener fondos que después le prestará al gobierno. Esto lo están haciendo porque la garantía del gobierno no vale nada en los mercados pero la de FOVIAL sí porque hipoteca los ingresos que va a recibir en el futuro, de modo que los dineros recaudados para el FOVIAL en el futuro no se usarán para reparar carreteras sino para pagar la deuda contenida en esos papeles. Así, el gobierno se apropiará de esos fondos para hacer gastos que no declara.

Así, en vez de prepararse para la situación difícil que viene, el gobierno está acabándose los ahorros y otros fondos disponibles acumulados por la población. Al terminarse las pensiones, han seguido con el FOVIAL. ¿De dónde sacarán el dinero para seguir gastando a este ritmo insostenible? ¿Más depósitos bancarios? Cada vez va arrinconando más al sector privado, de donde dependen los ingresos y los empleos del país. Cuando llegue la crisis se van a sorprender.

Este artículo fue publicado originalmente en El Diario de Hoy (El Salvador) el 5 de enero de 2023.