México: Presupuesto 2009

Sergio Sarmiento afirma que no es prudente que el gasto público crezca en un 5,7% real para el 2009 puesto que no se puede descartar la probable caída del precio del petróleo y la decreciente recaudación fiscal.

Por Sergio Sarmiento

El gobierno federal está proponiendo un gasto de 2.800 millones de pesos para el 2009. Como siempre el presupuesto será controvertido y sin duda se harán modificaciones en el Congreso. Pero lo significativo es que en un año en que la economía está desfalleciendo, los altos precios del petróleo nos ofrecen la posibilidad de aumentar el gasto público en 5,7 por ciento real a pesar de una recaudación decepcionante en impuestos, especialmente los surgidos de la “reforma fiscal” del 2007 que supuestamente debería haber resuelto los problemas de fondo del sistema tributario de nuestro país.

Buena parte del aumento en el gasto se está yendo a los rubros de seguridad. Dos de las entidades con mayores aumentos en su presupuesto son la Secretaría de Seguridad Pública, con 49,8 por ciento de aumento, y la Procuraduría General de la República, con 25,1 por ciento. También tienen incrementos significativos, aunque no tan generosos, las secretarías de la Defensa y de Marina. El aumento global del gasto en seguridad es de 40 por ciento, ciertamente muy importante en estos tiempos de estrechez presupuestario.

El mayor incremento en el 2009, sin embargo, no será de una institución de seguridad o de asistencia social. El Instituto Federal Electoral (IFE) será el gran ganador de la lotería presupuestaria, por lo menos si se aprueba su propuesta de aumentarse el presupuesto en 54 por ciento. Claro que el 2009 será un año electoral, lo cual no ocurrió en el 2008. Pero los 12 mil millones de pesos que pide el IFE para el 2009 son casi iguales a los 13 mil millones gastados en el 2006, año en que hubo elecciones presidenciales y en el que no estaba en vigor una reforma electoral que supuestamente haría más baratos los procesos electorales.

Entre las entidades que tienen mayores recortes en el gasto están la Secretaría de Agricultura y la de Comunicaciones y Transportes. El gobierno afirma que estas disminuciones no afectarán servicios esenciales, pero los recortes sin duda serán objeto de grandes discusiones en el Congreso, que tendrá que aprobar la versión final de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos.

Todo el esquema del gasto se fundamenta, por supuesto, en que se mantengan los altos precios del petróleo. Siguiendo la fórmula diseñada hace años para definir el precio estimado del crudo del año siguiente, la Secretaría de Hacienda ha proyectado una cotización promedio de la mezcla mexicana de exportación de 80 dólares por barril. En este momento, sin embargo, el precio del petróleo ha venido bajando de manera importante en los mercados internacionales. La mezcla mexicana ha caído ya 25 por ciento en las últimas ocho semanas. Los 80 dólares parecen razonables, pero el mercado petrolero no tiene palabra de honor.

El problema es que la recaudación tributaria sigue siendo muy endeble. Se buscaba fortalecerla con la reforma fiscal del 2007, pero la recaudación es inferior como porcentaje del producto interno bruto que en el 2002. El IETU (Impuesto Empresarial a Tasa Única), que estaba programado para recaudar más de 70 mil millones de pesos en el 2008, sólo logró 50 mil millones. Y las perspectivas son sólo un poco mejores para el 2009. El impuesto sobre depósitos en efectivo, mientras tanto, sólo está recaudando tres mil millones de pesos al año, virtualmente nada en un presupuesto de 2.800 millones de pesos. Esto significa que si se cae la recaudación petrolera, cosa que no puede de ninguna manera descartarse, el gobierno mexicano entrará en una nueva etapa de crisis.

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