México: Integración total y cielos comerciales
Por Juan Carlos Leal y Roberto Salinas-León
Roberto Salinas León es presidente del Mexico Business Forum.
Parecería que, a pesar del formidable aumento del intercambio comercial del país en los últimos quince años, tanto en la región norteamericana como en el mundo, nuestras ventajas competitivas empiezan a desaparecer. El deterioro crónico se refleja en índices mediocres de competitividad, mientras otros mercados emergentes, en Asia, en Europa del Este, hacen lo necesario para fortalecer su posición en la aldea global.
El problema tiene raíces internas: excesiva regulación, carencia de infraestructura, telecomunicaciones rezagadas, el clima proteccionista entre intereses especiales, altos costos de transporte, y altos costos de logística. Estos últimos son especialmente dañinos a la competitividad integral—obstáculos, entre muchos otros, que impiden que capturemos todo nuestro potencial productivo. El costo del transporte en México llega a representar un 20% del valor de la mercancía, frente a un promedio de 9% en la OCDE. Esto perjudica al consumidor, al hacer más caros los productos, y al exportador, al lesionar su estructura de costos y por ende su competitividad.
Sin embargo, un servicio con gran potencial en los últimos veinte años es el sector de carga aérea, que ha crecido a una tasa acumulada del 300%, o sea, muy por arriba del crecimiento del ingreso mundial (72%) o el comercio internacional (132%). Asimismo, se calcula que esta industria seguirá creciendo en forma acelerada, a tasas (conservadoras) de 6% anual (12% anual, incluso, para carga express). Pero esta tendencia no se manifiesta en la economía mexicana, donde el crecimiento del sector en este mismo periodo ha sido inferior al crecimiento comercial.
Estamos, literalmente, tirando grandes oportunidades de negocio sobre la mesa. La carga aérea ha sido un formidable motor de crecimiento, de comercio, de nueva inversión. Los procesos de integración logística en producción y distribución no serían posibles sin un enlace de transporte seguro y rápido, como la carga aérea. Hay casos famosos de éxito alrededor de la integración de cielos comerciales—ciudades como Lousiville, o Dubai, o Memphis, o Luxemburgo, donde se han creado empleos de alto ingreso, valor agregado, una plataforma para asegurar acceso a nuevos mercados. Asimismo, el impacto indirecto es notable: inversiones relacionadas en infraestructura, ampliación del comercio derivada de conexiones modernas a nuevos mercados, y nuevamente, creación de empleos.

Fuente: Banco Mundial.
La carga aérea tiene una participación muy baja en el mercado mexicano, del 0,5% del tonelaje total de carga. Empero, a pesar de ello, el valor de las mercancías trasladadas por este medio alcanza el 9% del comercio exterior nacional. Es decir, las mercancías son veinte veces más valiosas que las que se transportan por otros medios. Por ello, los cielos comerciales son de gran relevancia, ya que estas mercancías representan los vehículos de exportación de nuestras ventajas competitivas.
Incluso, mientras la economía ha crecido a un ritmo inferior al 3% los últimos veinte años, la carga lo ha hecho un ritmo por encima del 8%.
La demanda por los servicios de carga aérea y mensajería express se deriva de la necesidad de colocar bienes en otros mercados que requieren atención inmediata (con alta obsolescencia temporal) o que son de alto valor agregado. Los principales bienes que se mueven por vía aérea son, entre otros, flores frescas, alimentos perecederos, refacciones, equipo de cómputo, partes automotrices, y medicinas. Por lo mismo, este sector representa grandes ventajas para el desarrollo, así como para la penetración de nuestro comercio en el escenario internacional. La inversión que se requiere es comparativamente baja, pero mas costo-eficiente, digamos, que una autopista, un puerto o una línea de ferrocarril. Hoy por hoy, hay capacidad ociosa en varios de nuestros aeropuertos, que lo único que carecen son plataformas para le manejo de carga y mensajería.
La administración calderonista ha puesto énfasis sobre el tema de competitividad. Nuestro lugar en materia de infraestructura es mediocre: 64. El reto es pasar al lugar 30 en este sexenio Para ello es necesario cambiar las condiciones del mercado aéreo, con un marco del cielos abiertos o cielos comerciales, que permitan la integración total de los mercados al norte, sur, este y oeste de las fronteras nacionales.
Esto implica, entre otros cambios, instalaciones para aprovechar capacidad ociosa en ciudades estratégicas, por ser centros de consumo y distribución, así como por posición geo-comercial privilegiada—por ejemplo, Puebla, Aguascalientes, Querétaro, Merida, San Luis Potosí, o Hermosillo. Asimismo, debemos formular una política para consolidación de carga regional, por medio de la mejora de carreteras alimentadoras para los puntos de distribución.
La clave, en política económica aérea, es la apertura de “quintas libertades” para el transporte de carga, que permita la consolidación de carga entre puntos nacionales y en el extranjero. De esta forma se posibilitan las rutas que hoy son imposibles por la autonomía de las aeronaves, la capacidad de atención de aviones grandes en los aeropuertos y manejo de carga con destinos en terceros países. Adicionalmente, se requiere mejorar la estructura de servicios del gobierno federal (aduanas y sanitarias), así como una mejora regulatoria en trámites que afectan al sector—si olvidar, por supuesto, trámites en el plano terrestre, el cual es clave para el traslado de mercancías de puntos de distribución a puntos de carga, o sea, es clave para la meta de la integración total.
Estas medidas permitirían consolidar oportunidades de inversión, comercio y valor agregado para los actores nacionales, al permitir que el país se convierta, vía un esquema de cielos comerciales, en una plataforma logística global de primer orden.