Disparos al domo: por qué no podemos basar la defensa antimisiles de Estados Unidos en el "Domo de Hierro" de Israel

Justin Logan considera que iniciar una carrera armamentística en la que los costos se acumulan en contra en un momento en el que la relación deuda/PIB se acerca a su máximo histórico parece imprudente.

Por Justin Logan

Ben Giltner, investigador asociado de Trusty Defense and Foreign Policy, y yo tenemos un artículo en The Spectator en el que señalamos algunos problemas con la visión de la administración Trump de un "Domo de Hierro para Estados Unidos".

El primer problema que señalamos es la geografía. El Estado de Israel tiene alrededor de 8.500 millas cuadradas. Estados Unidos es mucho más grande, 3,8 millones de millas cuadradas. En Israel, cada sistema de Domo de Hierro protege alrededor de 150 millas cuadradas, lo que hace que las matemáticas ... difícil, si vamos a extrapolar a los Estados Unidos. Además, los misiles hipersónicos que el sistema Domo Dorado estadounidense tendría que interceptar viajan mucho más rápido que los misiles y cohetes de corto alcance con los que tiene que lidiar el Domo de Hierro israelí. E incluso en el caso del Domo de Hierro, el reciente bombardeo de Irán incluyó algunos misiles balísticos de medio alcance, que superaron el Domo de Hierro.

En segundo lugar, el presidente Trump ha prometido que el Domo de Oro costará 175.000 millones de dólares y estará "plenamente operativa" en tres años. Pero no hay manera de que la cosa pueda costar 175 mil millones de dólares, y no hay manera de que pueda estar completamente operativa en tres años. El ex interventor del Pentágono Dov Zakheim jugó con las cifras, estimando que podría costar en última instancia entre 620.000 y 2,5 billones de dólares.

Por último, Ben y yo nos adentramos en la cuestión un tanto especulativa de los efectos que tendría el Domo Dorado sobre la disuasión nuclear. Existe el peligro de que si no funciona perfectamente (probable), pero los jefes de Estado de otros países nucleares creen que nosotros creemos que funciona perfectamente (posible), tendrían un poderoso incentivo para disparar primero en una crisis, por miedo a que Estados Unidos ataque preventivamente en la falsa creencia de que está a salvo de represalias. Además, poner en marcha un Domo Dorado incentivará a otros países a desarrollar sus capacidades de misiles para evitar la detección, algo que es mucho más barato que mantenerse al día con la tecnología de misiles para garantizar que nuestras defensas puedan detectarlos.

Iniciar una carrera armamentística en la que los costos se acumulan en contra en un momento en el que la relación deuda/PIB se acerca a su máximo histórico parece imprudente.

En definitiva, concluimos que la idea está todavía muy poco cocinada. Y si necesita una razón para ser más cínico al respecto, los bandidos de Beltway en las primicias de defensa están salivando positivamente sobre ella. Eso no suele ser una buena señal para el contribuyente estadounidense. En cualquier caso, lean el artículo.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos) el 28 de mayo de 2025.