América Latina y Thomas Jefferson

por José Piñera

José Piñera fue el ministro del Trabajo y Previsión Social de Chile responsable de la reforma radical del sistema de pensiones en 1980 (www.josepinera.com), es co-presidente del Proyecto para la Privatización de la Seguridad Social del Cato Institute, y presidente del International Center for Pension Reform (www.pensionreform.org).

Thomas Jefferson, autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y dos veces presidente de su país, señaló hace doscientos años dos grandes verdades que, a mi juicio, están plenamente vigentes.

Por José Piñera

Thomas Jefferson, autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y dos veces presidente de su país, señaló hace doscientos años dos grandes verdades que, a mi juicio, están plenamente vigentes.

La primera: "La tendencia natural de las cosas es que el gobierno gane terreno y que la libertad se bata en retirada". Así estableció la permanente tensión entre el poder y la libertad, y conminó a los ciudadanos a que si valoraban esta última, había que permanecer en un estado de "eterna vigilancia".

Pero ese gran hombre también comprendió que para que una república sobreviva y prospere, se requieren líderes políticos de verdad. Y observó: "Cada vez que un hombre coloca un ojo deseoso en un cargo público, una cierta podredumbre comienza en su conducta".

La frase clave es aquella del "ojo deseoso". Es fundamental y enaltecedor que hombres capaces y honestos postulen a cargos públicos, siempre que lo hagan motivados por el deseo de hacer el bien, en otras palabras, con un ojo limpio. Pero si alguien lucha por el poder principalmente para lograr satisfacciones personales, entonces es inevitable que esa corrupción de las intenciones contamine el resto de su actuación.

Estoy convencido de que América Latina no es un continente pobre, sino que uno empobrecido por la incapacidad de sus políticos de comprender que la libertad económica y social es un complemento indispensable de la libertad política, y porque muchos de ellos buscan el poder con un "ojo deseoso" que los conduce, tarde o temprano, a distintas formas de corrupción.

Es por ello que mientras más me duele la pobreza y el subdesarrollo de tantos millones de latinoamericanos, más regreso a estas dos grandes verdades del sabio de Monticello.