"Demuestra cuanto amas al Perú"

Alfredo Bullard considera que "Si Humala quiere, como sugiere el spot de la SUNAT, demostrar cuanto ama al Perú, debe cuidar lo que ha generado bienestar, crecimiento y reducción de la pobreza, es decir la inversión privada. De lo contrario demostrará que, con nuestros impuestos de pueden destruir muchas cosas buenas y construir muchas cosas muy malas".

Por Alfredo Bullard

Ese fue el slogan de la campaña  de la SUNAT (Superintendencia Anual de Aduanas y Administración Tributaria) para el pago del impuesto a la renta. El spot publicitario, con una musiquilla positivona y pegajosa, mostraba que con un simple “click” en el término “impuesto a la renta” colegios pobres se convertían en modernos, hospitales se equipaban como por arte de magia y puentes se construían automáticamente.

Y terminaba con la frase “Con tus impuestos se construyen muchas cosas buenas”. ¡Qué lindo!

Pero nuestros impuestos se usan para muchas otras cosas. Se pagan burocracias ineficientes y corruptas que nos complican la vida a los ciudadanos. Se entrenan muchos malos policías que luego nos esquilman en las calles. Se financia la inseguridad ciudadana, nuestro bien amado Congreso y los viajes de Humala para abrazar a Maduro.

INDECOPI (Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual) le exige a las empresas que su publicidad muestre lo que vamos a recibir por nuestro dinero. Si muestras que entregarás unos lindos zapatos de cuero, no vale entregar zapatos de cartón. Si te dicen que un  menjunje te hace adelgazar, no vale que te engorde. Deben decirte la verdad.

¿Se imagina que ese estándar se aplique a la SUNAT? Estaría obligada a mostrar en sus anuncios donde acaban nuestros impuestos.

Debería mostrar imágenes de nuestras comisarías como locales paupérrimos e indignos para albergar a la policía. Debería mostrar los trámites absurdos en ministerios y oficinas públicas. Debería mostrar como son las sesiones del Congreso y el viaje del Presidente a Venezuela. Y allí decirnos (ahora en tono de sorna) “Con tus impuestos se construyen muchas cosas buenas…y otras que no lo son tanto”.

Para la campaña del pago de impuesto a la renta del 2013 deberían además añadir un nuevo uso de nuestros impuestos: comprar negocios para que el Estado juegue al empresario. Al click sobre el impuesto a la renta deberán aparecer esperpentos como la aerolínea TANS, la “riquísima” leche ENCI, los antiguos e ineficientes puerto del Callao y aeropuerto Jorge Chávez y, como no, la CPT (Corporación Peruana de Telefonía) con las líneas telefónicas más caras del mundo que se instaban (con suerte) tres años después de solicitadas.

Claro que dirán que primó la cordura y la razón y que Petroperú ya no comprará los activos de Repsol. Pero no se ha cerrado un capítulo nefasto. Se ha abierto uno nuevo.

La razón por la que nuestros impuestos no se van a usar en comprar Repsol es porque “Producto de la evaluación técnica, económica y financiera [...] el directorio [de Petroperu], acordó no continuar participando en el referido proceso”. Y el  Ministro de Energia y Minas dijo, muy suelto de huesos: “Se trata de una decisión empresarial, como la tomaría cualquier empresa privada…” .

En buen cristiano, no se dejó de comprar una refinería y un montón de grifos porque es inconstitucional (que lo es), ni porque el Estado se esté metiendo en una actividad que no le corresponde (que efectivamente no le corresponde) o ni siquiera porque se esté desincentivando la inversión privada que explica el crecimiento de los últimos años (que se está desincentivando). La razón es que no es una inversión rentable.

La conclusión es entonces que si hay inversiones rentables, el Estado las hará. Podrá comprar empresas como Wong, el Banco de Crédito o la Coca Cola si “la evaluación técnica, económica y financiera” lo justifica. No es un alivio que se deje de comprar una empresa con el argumento de que podrían haber mejores oportunidades de negocio para el Estado. Finalmente se ha fijado un principio equivocado. Este no es un final feliz.

Si Humala quiere, como sugiere el spot de la SUNAT, demostrar cuanto ama al Perú, debe cuidar lo que ha generado bienestar, crecimiento y reducción de la pobreza, es decir la inversión privada. De lo contrario demostrará que, con nuestros impuestos de pueden destruir muchas cosas buenas y construir muchas cosas muy malas.

Este artículo fue publicado originalmente en El Comercio (Perú) el 4 de mayo de 2013.