México: Dos mitades

Macario Schettino analiza el desempeño de la economía mexicana a lo largo de los tres últimos sexenios, que incluyen los gobiernos de Ernesto Zedillo, Carlos Salinas, Vicente Fox y Felipe Calderón.

Por Macario Schettino

El viernes pasado se anunció el indicador oportuno del PIB para el último trimestre de 2015, que resultó en un crecimiento de 2,5%. Al promediar con el resto del año, el crecimiento de 2015 fue también de esa magnitud, y se convierte en el mejor año de la actual administración. Con todo y que no es un crecimiento para andar presumiendo, la primera mitad del sexenio es la mejor desde los tiempos de Ernesto Zedillo.

Para 1997, cuando se cumplieron los primeros tres años de Ernesto Zedillo, el crecimiento promedio del país fue de 2,5%. Eso, a pesar de la grave crisis financiera de 1995, causada por nosotros mismos, y detonada por el error de diciembre, según Carlos Salinas, o por los desequilibrios que heredó Salinas, según muchos otros.

En 2003, a la mitad del sexenio de Vicente Fox, el crecimiento promedio era de apenas 0,6%, en buena medida debido a la recesión “dot com” que resultó del hundimiento de la bolsa tecnológica Nasdaq, y que coincidió con el ingreso de China a la OMC. Estos dos fenómenos, ya no lo recordamos, fueron devastadores para nosotros, puesto que buena parte de la industria tecnológica que se empezaba a instalar en México decidió irse a China.

En 2009, cuando Calderón llegó a la mitad de su gobierno, el mundo vivía la peor crisis financiera en 80 años (así le dicen), de forma que promediamos apenas 0,3% de crecimiento anual. Tanto Calderón como Fox tuvieron que resistir una crisis externa de gran tamaño, mientras que a Zedillo la crisis que le tocó fue interna. Los tres, sin embargo, tuvieron una segunda mitad mucho mejor. El crecimiento de la economía mexicana de 1997 a 2000 fue de 3.2% anual promedio, de 2003 a 2006 llegamos a 4% anual y los últimos tres años de Calderón repitieron ese ritmo.

En esos tres sexenios también tuvimos ajustes cambiarios importantes. El dólar promedió 4 pesos en diciembre de 1994, y para diciembre de 2000 estaba en 9,70. De ahí, durante el sexenio de Fox, pasó a 11,20 en diciembre de 2006. Seis años después, al terminar el sexenio de Calderón, en diciembre de 2012, el dólar se vendía en 12,90 pesos.

Pero lo interesante es que la mayor parte del ajuste cambiario, en cada sexenio, ocurrió precisamente en la primera mitad. En el de Zedillo, más de 70% del ajuste ya había ocurrido para ese momento; en los dos siguientes, el precio del dólar a la mitad del gobierno fue mayor al que hubo cuando terminaron: hubo revaluación durante la segunda mitad.

Parte de la razón por la cual la economía mexicana tuvo un mejor desempeño en la segunda mitad de esos sexenios es precisamente el ajuste cambiario, que permitió un gran incremento en exportaciones. Salvo en el caso de Zedillo, en donde la devaluación ocurrió toda en el primer año, y el incremento en exportaciones se empieza a notar desde antes, en los otros dos la diferencia es notable. En la primera mitad de Fox, las exportaciones crecen -1%, pero en la segunda saltan a 52%. Con Calderón, en la primera mitad hay una caída de 8%, y en la segunda, un incremento de 61%.

En estos tres años que han pasado, crecimos 2,5%, el tipo de cambio se ajustó en 34%, y las exportaciones crecieron apenas 3%. Si la historia de los últimos tres sexenios se repite, tendremos una segunda mitad con mayor crecimiento económico, jalado por las exportaciones, que ahora pueden colocarse mucho mejor en el extranjero, y llegaríamos a 2018 con el dólar a menos de 17 pesos. Ah, y sin vivir ya del petróleo. Como puede ver, las cosas son mucho menos malas de lo que algunos perciben.

Este artículo fue publicado originalmente en El Financiero (México) el 2 de febrero de 2016.