La legalización de la marihuana en México

Jeffrey A. Miron y Erin Partin consideran que la legalización de la marihuana en México es un paso en la dirección correcta, pero que esta deja sin resolver dos problemas.

Por Jeffrey A. Miron y Erin Partin

A principios de este mes, los legisladores en la cámara baja del Congreso de México aprobaron de manera abrumadora una ley para legalizar el uso, cultivo y venta de la marihuana recreativa. Los observadores esperan que la cámara alta apruebe la ley con un margen cómodo y que esta sea firmada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto convertirá a México en la tercera nación —luego de Uruguay (2013) y Canadá (2018)— que legaliza la marihuana recreativa. 

Este es un cambio bienvenido, pero no avanza lo suficiente. Los partidarios argumentan que la legalización reducirá dramáticamente la violencia de los carteles. Pero sus opositores argumentan —probablemente con justa razón— que debido a los años de un movimiento constante hacia su legalización, la marihuana ya no constituye un componente importante del tráfico de drogas. Los datos respaldan este argumento: entre 2015-2019 las ofensas de tráfico de marihuana en EE.UU. cayeron en más de un 50 por ciento. 

Si el objetivo es reducir la violencia inducida por las drogas en las Américas, la solución es legalizar todas las drogas. Esto eliminará los mercados negros y los carteles, removiendo el incentivo de utilizar la violencia para resolver disputas relacionadas con el comercio clandestino. Además, una legalización más amplia permitirá que la competencia induzca mejoras en la calidad y seguridad, reduciendo los riesgos de consumir drogas.

Un segundo problema es que el régimen propuesto de legalización es demasiado restrictivo. La ley limita las cantidades de marihuana que los individuos pueden poseer, crea obstáculos burocráticos para aquellos interesados en cultivar la marihuana para consumo privado, y mantiene varios castigos vigentes para quienes violan los límites de posesión. 

La regulación excesiva mantendrá al mercado en la clandestinidad, deshaciendo uno de los beneficios claves de la legalización. 

Esta medida es un paso en la dirección correcta para México. Pero el progreso sostenido e importante en las mejoras del bienestar de los consumidores de drogas, y en la reducción del daño provocado por la violencia inducida por las drogas, requieren todavía más.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 11 de marzo de 2021.