Despenalización vs. la legalización

Jeffrey A. Miron dice que los perjuicios que persisten luego de medidas que despenalizan el consumo de drogas en lugares como Oregón, se deben a que con estas no desaparecen totalmente los mercados clandestinos.

Por Jeffrey A. Miron

¿Es la despenalización o la legalización la mejor alternativa a la guerra contra las drogas?

La despenalización significa la eliminación de las sanciones penales por posesión de pequeñas cantidades. Esto reduce el precio "completo" de las drogas, aumentando así la demanda. Dado que la mayoría de los aspectos negativos de la prohibición aumentan con el tamaño del mercado negro (violencia, sobredosis, corrupción, policía con sesgo racial, infracciones de las libertades civiles), es plausible que la despenalización incremente dichos perjuicios. El único beneficio claro de la despenalización es que los consumidores no se enfrentan a penas de cárcel ni a antecedentes penales.

Esta perspectiva plantea una pregunta: ¿por qué la despenalización ha reducido a veces los aspectos negativos de la prohibición?

La respuesta es que la despenalización a veces implica no sólo una reducción de las penas por posesión, sino también de la represión de la producción y la distribución. La reducción de las medidas coercitivas implica una menor perturbación del mercado clandestino, lo que debería reducir la violencia, y la ampliación del alcance del suministro médico, lo que mejora el control de calidad y reduce las sobredosis. 

Esta perspectiva explica por qué Oregón y otros lugares que despenalizan no experimentan reducciones evidentes de las sobredosis o la delincuencia; eso es exactamente lo que deberíamos esperar a menos que la despenalización implique una menor aplicación de la ley por el lado de la oferta.

Con la legalización total, los mercados de drogas se mueven totalmente por encima del suelo (suponiendo que la regulación y la fiscalidad sean moderadas), lo que elimina los males "asociados a las drogas" debidos a la prohibición. La historia del alcohol en Estados Unidos es una ilustración perfecta; la violencia en el comercio del alcohol no existía ni antes ni después de la Prohibición, y las sobredosis accidentales se dispararon durante la Prohibición.

Este artículo apareció en Substack el 13 de febrero de 2024.