Banca de cannabis: un choque entre las leyes federales y estatales

Jeffrey A. Miron y Nicholas Anthony indican que a pesar de que el cannabis ha sido legalizado por completo en 18 estados, esta industria continúa sin acceso a una parte fundamental de la economía estadounidense: el sistema financiero.

Por Jeffrey A. Miron y Nicholas Anthony

A pesar del progreso de la última década, la industria del cannabis todavía lucha por acceder a una parte fundamental de la economía de EE.UU.: el sistema financiero. El Congreso debería legalizar el cannabis o dejar de designar a los bancos como investigadores de control de drogas. 

Aunque 18 estados lo han legalizado por completo, el cannabis sigue siendo un tema complicado para los bancos y otras instituciones financieras porque sigue siendo ilegal a nivel federal. La industria del cannabis puede parecer un negocio más para la policía local, donde es legal, pero la DEA y otras agencias federales tienen una perspectiva diferente. Como resultado, la mayor parte de la industria está excluida del sistema financiero. Por ejemplo, Visa y MasterCard prohíben que sus redes se utilicen en la industria del cannabis siempre que las leyes federales permanezcan sin cambios. 

El estado de la banca

Para ser claros, la política existente no prohíbe los servicios financieros para la industria del cannabis. Más bien, existen demasiados riesgos legales y costos de cumplimiento, por lo que la mayoría de las instituciones financieras se mantienen alejadas. De hecho, solo 518 de los casi 5.000 bancos comerciales en EE.UU. informaron haber prestado servicios a la industria del cannabis en 2021. Como explicaron en el pasado Aaron Klein y John Hudak, las instituciones financieras:

“están obligadas a presentar informes al Tío Sam que detallan las actividades sospechosas o ilegales de un cliente. Eso puede resultar costoso. Un banco puede estar sujeto a grandes multas si informa incorrectamente sobre sus transacciones, o si un futuro regulador bancario lo acusa de no seguir la guía de informes correctamente. Los informes pueden ser extensos, a menudo cubriendo cada acción individual que realiza un cliente, ya que se basan en la premisa de que la actividad ilegal está ocurriendo por debajo … Una pequeña cooperativa de ahorro y crédito en Oregón que atiende negocios de marihuana presentó 13.5000 informes en los últimos dos años para aproximadamente 500 clientes cannábicos”. 

De hecho, la Red de Ejecución de Delitos Financieros (FinCEN) les dijo a las instituciones financieras que su proceso de revisión debería incluir: 

  1. Verificar con las autoridades estatales correspondientes si la empresa está debidamente autorizada y registrada;
  2. Revisar la solicitud de licencia (y la documentación relacionada) presentada por la empresa para obtener una licencia estatal para operar su negocio relacionado con la marihuana;
  3. Solicitar a las autoridades estatales de concesión de licencias y cumplimiento información disponible sobre el negocio y las partes relacionadas;
  4. Desarrollar una comprensión de la actividad normal y esperada para el negocio, incluidos los tipos de productos que se venderán y el tipo de clientes que se atenderán (por ejemplo, clientes médicos versus recreativos);
  5. Monitoreo continuo de fuentes disponibles al público en busca de información adversa sobre el negocio y las partes relacionadas;
  6. Monitoreo continuo de la actividad sospechosa, incluso para cualquiera de las señales de alerta descritas en esta guía; y
  7. Actualizar la información obtenida como parte de la debida diligencia del cliente de forma periódica y proporcional al riesgo. Con respecto a la información sobre la licencia estatal obtenida en relación con dicha diligencia debida del cliente, una institución financiera puede confiar razonablemente en la precisión de la información proporcionada por las autoridades estatales de licencias, cuando los estados pongan dicha información a disposición. 

En efecto, se requiere en gran medida que los bancos y otras instituciones financieras actúen como investigadores de control de drogas si desean trabajar con la industria del cannabis. Si bien algunas de estas investigaciones pueden ser deseables para una institución financiera que evalúa el riesgo de un cliente, las instituciones financieras no deben ser investigadores del gobierno federal, especialmente porque el público en gran medida desconoce que se está llevando a cabo esta vigilancia financiera

Tres soluciones

El Congreso tiene opciones cuando se trata de solucionar este problema: revisar la Ley de Secreto Bancario para que los bancos no sean delegados como investigadores encargados de hacer cumplir la ley, creando una exención para las instituciones financieras que trabajan con la industria del cannabis donde sea legal (por ejemplo, lo que se propone en la Ley SAFE Banking), o promulgar la legalización completa. Todos son pasos que podrían eliminar esta barrera innecesaria entre la industria del cannabis y el sistema financiero. Ya sea que se trate de una pequeña solución o de una reforma radical, la industria legal del cannabis debería tener acceso a las instituciones financieras como cualquier otro negocio, y las instituciones financieras deberían poder trabajar con la industria cannábica como mejor les parezca.

Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (EE.UU.) el 27 de mayo de 2022.